Si tus respuestas van siendo sí, entonces ya sabrás que hay que tener una muy buena disciplina y buenos métodos de gestión eficaz del tiempo para aprovechar lo mejor posible las posibilidades que te ofrece trabajar desde casa, pero sin perder tiempo o sin abusar del trabajo por falta de organización. Las herramientas para elaborar nuestra ? receta eficaz? son: 1. Un reloj despertador 2. Una alarma 3. Papel y lápiz o un programa de gestión de tareas 4. Fuerza de voluntad, y mucha disciplina. Con estos ingredientes, podemos prepararnos para ser unos excelentes trabajadores desde casa, a los que no les falte tiempo para tener una vida privada, pero tampoco para entregar los trabajos en plazo. Encontrar el equilibrio para tener una vida sana, es imprescindible, sino tu mente y tu cuerpo, te acabarán castigando. Buenos días por la mañana Bien, primero de todo debemos establecer unos horarios laborales. Sí, es cierto que el teletrabajo nos permite tener horario flexible, pero para una gestión eficaz de tiempo necesitamos tener una hora fija para levantarnos, y generar ese hábito. Enseñarle al cuerpo que hay una hora donde empieza el día, hace que nuestra mente esté más dispuesta a trabajar durante la mañana (cuando es más efectiva y está menos cansada). Nos levantamos, duchamos, vestimos y desayunamos. Sí, nos vestimos, nos cambiamos de ropa, nada de ir con el mismo pijama directo al ordenador. Es un buen hábito que evitará que en cualquier momento nos estiremos en el sofá o de nuevo en la cama. Lista de tareas Hay que ser muy ordenado con las tareas, y por eso tenemos que tener una lista de tareas pendientes (aparte de la agenda para las citas). Esto puedes hacerlo en el propio Outlook, o en algún programa de listas ?To-Do?. Pero lo más importante, haz dos listas, la de tareas personales y la de tareas laborales. Esto evitará que procrastinemos lo laboral frente a lo personal en momentos en los que nos atasquemos con algo. Además, es mejor empezar por las tareas que menos nos gustan o más complicadas por la mañana, que es cuando más energía tenemos. Luego con la alarma, podemos controlar los tiempos y las pausas, y aprovechar esas pausas para coger la otra lista, y realizar las tareas personales. Por ejemplo, después de dos horas muy concentrados en un proyecto de cálculo intensivo, con una breve pausa en medio, podemos tomarnos media hora de descanso en la que podemos salir a comprar el pan, parar a almorzar, poner una lavadora, o simplemente estirarnos 20 minutos para relajarnos. Ordenar las tareas Es cierto que he recomendado empezar las tareas de más ?aburridas? o complicadas a las más divertidas para el final del día, pero también hay que tener algo de criterio para una buena gestión eficaz del tiempo, y saber que tareas son importantes, cuales son urgentes y cuales son importantes y urgentes, pues estas son las prioritarias. Sin duda alguna, esta manera de ordenar es un poco personal, pues cada uno conoce a sus clientes, y sabe qué proyectos pueden posponerse un día y cuales son inminentes. Horarios El pecado capital de los autónomos es no tener horarios. Es importantísimo que, ya que hay un horario de inicio, hay que buscar una pausa para comer tratando que sea siempre dentro de una misma franja horaria, y si es posible, acabar por la tarde a una hora decente, para poder seguir con las tareas personales, ocio, etc. Es cierto que muchas veces coges una buena dinámica en un proyecto, y aprovechas a alargar porque te están saliendo las cosas, pero es una práctica que si se convierte en hábito, acabará pasando factura. Esto también puede hacerse en entregas inminentes de proyectos, o si sabemos que las tareas personales del día posterior nos van a quitar tiempo para las tareas profesionales, y así compensamos. Vida personal plena En definitiva, y como colofón, no podemos olvidar, que pese a que el trabajo es el que nos da de comer, el cuerpo y la mente también se alimentan de experiencias, relaciones, amistades, amor, felicidad, deporte, adrenalina, etc. Es como la gasolina que hace que sigamos teniendo fuerzas. Apostar por una jornada excesivamente larga que vacíe nuestra vida personal, a corto plazo nos traerá dinero, sin duda, pero puede acarrear pérdida de energía y ganas de trabajo a largo plazo. Hay que encontrar el equilibrio entre ambas, hacer actividades, y aprender a gestionar eficazmente el tiempo laboral para que no nos falte el personal. Al final, todo se resume en coger buenos hábitos de trabajo, y continuarlos en el tiempo. Que seáis vosotros quien controléis vuestro tiempo, y no sea el trabajo quien lo haga