La productividad tóxica está más extendida que nunca, y está perjudicando nuestra salud física y mental. En este artículo, describimos algunas acciones concretas que puedes llevar a cabo para recuperar el equilibrio y romper el ciclo de la productividad tóxica para siempre… Un estudio señala que el 40 % de los empleados considera que el agotamiento (burnout) es una parte inevitable del éxito, pero la verdad es que el trabajo intensivo no es sostenible a largo plazo. Cuando nos esforzamos demasiado durante mucho tiempo, es fácil empezar a medir tu autoestima por cuánto puedes hacer. Comienzas a sentirte culpable por “perder” el tiempo en actividades que solías disfrutar, como dar un paseo, leer un libro o ir al cine a ver tu película favorita. Este estado mental se conoce como “productividad tóxica” y, si te resulta familiar, no te preocupes, les pasa a muchas otras personas y se puede solucionar. Pero, ¿Qué es la productividad tóxica? Es un impulso para ser productivo en todo momento, no solo en el trabajo, sino en todas las áreas de la vida. Ocurre cuando te exiges a extremos poco saludables para lograr más, a menudo a expensas de tu salud física y mental. Es posible que sientas que no puedes hacer algo solo por hacerlo, como salir a caminar con un amigo o conversar con tus colegas de trabajo mientras tomas un café. En cambio, todas tus acciones deben llevarte hacia una meta o un logro más grande. La productividad tóxica elimina el placer de las actividades cotidianas y hace que te esfuerces demasiado durante mucho tiempo. A la larga, esto puede provocar agotamiento, depresión y otras consecuencias para la salud física y mental. ¿Qué causa la productividad tóxica? En la actualidad se asigna un gran valor a la productividad. Solo hay que mirar la cultura del ajetreo, que glorifica el trabajo duro sin descanso día tras día para lograr el éxito. Por ejemplo, magnates de los negocios como Elon Musk tuitean que nadie cambió el mundo en 40 horas a la semana, mientras que las personas influyentes en las redes sociales comparten videos y fotos de rutinas idealizadas y productivas. Con todo esto alrededor, es fácil sentirte culpable si no avanzas al mismo ritmo. Además, la productividad tóxica a menudo aparece en tiempos de incertidumbre. Según los expertos en psicología clínica, ser productivo distrae nuestra mente de otras cosas y genera un aumento temporal de dopamina. Cuando en nuestro entorno nos encontramos con factores estresantes o amenazas que están más allá de nuestro control, a menudo nos centramos en cosas pequeñas dentro de nuestro entorno inmediato que podemos controlar, como limpiar nuestra casa o sobresalir en proyectos del trabajo. El problema es que esta productividad es solo una solución temporal para el estrés y el malestar que podemos sentir. Por ejemplo, piensa en la pandemia de COVID-19. Ante una pandemia global, intentamos esforzarnos más, en lugar de darnos el tiempo y el lugar que tanto necesitábamos para sobrellevar la situación. ¿Cuáles son las señales de la productividad tóxica? Un determinado nivel de productividad es saludable, por lo que a menudo es difícil reconocer cuándo tu ética de trabajo se vuelve tóxica. Y aunque la productividad tóxica se manifiesta de manera diferente según la persona, estas son algunas señales de alerta comunes que debes tener en cuenta: Trabajar más horas regularmente. Sentirse culpable por no trabajar lo suficiente, incluso cuando estás realizando una cantidad razonable de tareas. Querer realizar solo actividades con un propósito claro. Dejar de priorizar tu cuidado personal. Experimentar ansiedad crónica o depresión. Sentir agotamiento. ¿Cómo lidiar con la productividad tóxica? Durante tiempos de incertidumbre, es fácil obviar el malestar para ser productivo, pero eventualmente ese enfoque puede dejarte agotado y exhausto. Como seres humanos, necesitamos tiempo para descansar, lidiar con nuestras emociones y estar con las personas que amamos. Y cuando tienes ese tiempo, puedes hacer mucho a largo plazo. Te puede parecer un cliché, pero la productividad es una maratón, no una carrera de velocidad. En este artículo te comparto algunas formas de romper el ciclo de productividad tóxica y lograr que tú y el equipo recuperen el equilibrio. Define los límites del trabajo Establece metas realistas Incorpora descansos en tu agenda Toma un descanso de tu smartphone Trabaja con eficiencia, no con intensidad. Aún puedes tener un buen desempeño en el trabajo sin quedar exhausto, al romper el ciclo de productividad tóxica, podrás sobresalir a largo plazo. En lugar de trabajar 7/24, aborda tu trabajo con el equilibrio que necesitas para prosperar realmente. Y en tú empresa, ¿Cómo se trabaja? Este artículo habla sobre: #trabajostoxicos Temas relacionados: #productividad